Embalse, Cordoba: hacen simulacro de accidente nuclear pequeño para esconder que podría ser tan grande como Chernobyl

Lo organizan Nucleoeléctrica Argentina (NASA) y la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) el 6 de septiembre de 08:00 a 14:00 horas.
 
El Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM y premio Nobel Alternativo 2004, calificó de “poco serio y malicioso” ese simulacro porque “Cubre solamente 10 kilómetros alrededor de la central nuclear de Embalse, cuando en el caso del peor accidente posible el impacto radiológico podría afectar un radio de 500 a 700 kilómetros”.
 
Todos estos años las autoridades nucleares deberían haber preparado a la población de la provincia de Córdoba y provincias vecinas. Pero no lo hicieron. En lugar de distribuír folletitos el día del simulacro en unas pocas localidades, deberían haber elaborado y distribuido Córdoba y provincias vecinas un Plan Ciudadano serio con todas las consignas para actuar”.
 
FUNAM analiza presentar una cautelar ante la Justicia para que NASA y CNEA preparen a todas las poblaciones potencialmente afectadas por accidente nuclear en un radio de 500 kilómetros alrededor de las centrales nucleares de Embalse en Córdoba, y de Atucha I y Atucha II en Buenos Aires.
 

NOTA:  
Córdoba y Buenos Aires (Argentina), 5 de septiembre de 2024. Ante el inminente simulacro de accidente nuclear que se hará en un radio de apenas 10 kilómetros alrededor de la central nuclear de Embalse, la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), alertó que el resto de la población de la provincia de Córdoba, y provincias vecinas, siguen sin estar preparadas.

FUNAM integra el Movimiento Antinuclear de la República Argentina (MARA).
 
El simulacro está previsto para el 6 de septiembre en Embalse, La Cruz, Villa del Dique, Villa Rumipal, Villa Quillinzo, San Ignacio y Segunda Usina por la mañana -en la provincia de Córdoba- de 8:00 a 14:00 horas. Es organizado por Nucleoeléctrica Argentina (NASA) y la Autoridad Regulatoria Nuclear. Participarán distintos organismos del gobierno provincial.

El Dr. Raúl Montenegro, premio Nobel Alternativo 2004, calificó de “poco serio y malicioso” el simulacro “pues abarca solamente 10 kilómetros alrededor de la central nuclear de Embalse, cuando en el caso del peor accidente posible, nivel 7 en la escala internacional del INES, podría afectar un radio de 500 a 700 kilómetros”.
 
Agregó que Nucleoeléctrica Argentina y la Autoridad Regulatoria Nuclear “desde el regreso a la democracia deberían haber preparado a la provincia de Córdoba y provincias vecinas para que las personas e instituciones puedan actuar ante el peor accidente posible que pudiera sufrir el reactor en Embalse. Es irrisorio que distribuyan un folleto el día del simulacro a varias localidades próximas al reactor, mientras que el resto de la población de la provincia no sabe cómo actuar ni cómo protegerse. Nunca hicieron ni difundieron un Plan Ciudadano con consignas claras, ni hicieron simulacros de mayor escala”.
 
Montenegro consideró que “este descuido no es casual. Al prepararse para el peor accidente o evento, la comunidad toma conciencia del enorme peligro que representan Embalse en Córdoba, o las Atucha en Buenos Aires. Cuando no hay ni Plan Ciudadano, ni preparación masiva, hay menos conciencia de ese peligro.

Entretanto, la contaminación radiactiva rutinaria que provocan los reactores en forma permanente sigue produciéndose, y queda puertas adentro. Ninguna otra actividad humana es tan peligrosa como la nuclear de potencia, y ninguna otra actividad sigue tan apegada al secreto”.
 
Se iría a la Justicia para que se prepare a toda la población potencialmente afectada.

Nucleoeléctrica Argentina (NASA) y la Autoridad Regulatoria Nuclear insisten en hacer simulacros, y preparar a personas ubicadas solamente dentro de los 10 kilómetros alrededor del reactor. “Esto es poco serio y hasta irresponsable. Más del 90% de los potencialmente afectados por un accidente nuclear queda fuera de la preparación, y no saben por lo tanto qué deben hacer. Ni siquiera conocen cuáles son los hospitales equipados para tratar personas irradiadas. Dado que el gobierno de la provincia de Córdoba sigue mirando para otro lado, y tanto NASA como ARN siguen con sus simulacros de accidente menor y geográficamente limitado, estamos analizando presentar una medida cautelar en la Justicia para que NASA y ARN hagan lo que nunca hicieron. Que preparen a toda la población, y hagan simulacros viajeros, amplios y rotativos, año tras año. Pero no solamente en Córdoba, sino también en Buenos Aires y provincias vecinas, potencialmente afectadas por el peor accidente posible en las centrales de Atucha I y Atucha II.

Asimismo aclaró: “estaremos alertando al gobierno de Uruguay para que prepare a sus ciudadanos, también ubicados en el área potencial de impacto de un eventual accidente nivel 7 en Atucha I o Atucha II”.
 
Cualquier reactor nuclear puede transformarse en un Chernobyl.
 
Agregó que: “si la gente supiera de qué se trata la fisión nuclear, y sus riesgos, nunca dejaría que se instale un reactor de potencia en su país. Cualquier planta nuclear puede sufrir el peor accidente posible, nivel 7 en la escala internacional INES. Ya ocurrió en Estados Unidos con Three Mile Island, en la ex Unión Soviética con el reactor 4 de Chernobyl, y en Fukushima, Japón, con los reactores de la empresa Tepco”.

“Pocos saben -aclaró- que a nivel de reactores nucleares de investigación Argentina es el primer país de América Latina y el Caribe que sufrió un accidente nuclear nivel 4, y el primer país de la región que tuvo un muerto y 17 personas irradiadas. Sus cuerpos recibieron rayos Gamma y neutrones. Ocurrió en el reactor RA-2 de Constituyentes en 1983. Los operadores violaron normas de procedimiento, y el gobierno militar ocultó la primera tragedia nuclear”.
 
Tras el peor accidente nuclear una nube radiactiva puede llegar a cientos de kilómetros de distancia.
 
El Dr. Raúl Montenegro indicó que en la central nuclear de Embalse “lo peligroso no es solamente el combustible altamente radiactivo que está en el corazón del reactor, y que por accidente pueda liberarse al ambiente. También está el combustible nuclear agotado, y altamente radiactivo, que almacenan los silos secos de cemento ubicados cerca del reactor. Entra entonces en juego la noción de evento. Sus estructuras no resistirían el impacto de un avión comercial de gran porte”. Recordó además que la mayoría de las personas “suele desconocer que los residuos radiactivos de las centrales nucleares son peligrosos por más de 240.000 años, y que a diferencia de sustancias tóxicas no radiactivas, cualquier nivel de radiación ionizante es de riesgo para la salud y la biodiversidad. Por pequeña que sea la dosis” [1].
 
“En el caso de Embalse, que tiene un reactor Candú 6 de origen canadiense, aún en forma rutinaria libera grandes cantidades de tritio radiactivo al aire, y al agua del lago. Cuando los tres circuitos de agua del reactor se conectan por perforaciones inesperadas, el agua pesada del circuito primario, ya radiactiva, se vuelca al lago de Embalse. Lamentablemente, nunca se hizo una auditoría independiente sobre la contaminación radiactiva de la zona, y al gobierno de la provincia no parece importarle. Ni siquiera sabiendo que los valores de tritio allí observados superan los límites de varios estándares internacionales”.
 
¿Pastillas de iodo mágicas?
 
El Dr. Raúl Montenegro indicó que tras los accidentes nucleares las personas suelen quedar expuestas al iodo-131 radiactivo. Puede almacenarse entones en la glándula tiroides, y generar cáncer. Para reducir este riesgo, suelen distribuírse, preventivamente, pastillas de iodo no radiactivo. Al quedar saturada con este iodo ‘bueno’, la glándula tiroides no almacena al peligroso iodo-131 radiactivo. Pero es usual que las personas crean, equivocadamente, que esa pastilla también las protege de la radiación que liberan otros materiales radiactivos igualmente peligrosos, como el estroncio-90 y el cesio-137. Lo que no es cierto. Y si quienes organizan los simulacros no lo aclaran, el iodo distribuido pasa a ser visto como una pastilla mágica”.
 
El Plan Ciudadano que elaboró FUNAM en 2011.
 
La Fundación para la defensa del ambiente, FUNAM, solicitó sin éxito a las autoridades nucleares de la Nación que elaboraran y distribuyesen un ‘Plan Ciudadano para Actuar ante Accidente o Evento Nuclear’. No se hizo en Córdoba para Embalse, ni en Buenos Aires para Atucha I y Atucha II.

“Por eso decidimos hacer nosotros una primera versión basándonos en planes ya usados por otros países. Lo distribuimos en 2011, y el plan sigue circulando por las redes [2]. Ahora FUNAM, conjuntamente con el Campus Córdoba del Right Livelihood College (RLC), estamos haciendo una segunda versión.

Pero seria deseable que NASA, ARN y los gobiernos provinciales abran un diálogo con las ONGs, asambleas populares y universidades, y así, entre todos, pudiera hacerse esa versión participativa. Y que esté disponible en la red para todas las personas, medios de comunicación social e instituciones. Esto evitaría que debamos acudir a la Justicia”.

 Referencias:
 
[1] BEIR VII Segunda Fase, Academias de Ciencias de los Estados Unidos (2006). Link:
https://www.philrutherford.com/Radiation_Risk/BEIR/BEIR_VII.pdf

[2] La primera versión del “Plan Ciudadano para Actuar ante Accidentes y Eventos Nucleares” (2011) puede consultarse en el siguiente link:

https://drive.google.com/file/d/1raoqu1UUPOrZwapJ5yBHbGNfb8oNqhmy/view?usp=sharing