Con asombro en este año electoral se ve como muchos partidos y candidatos se niegan a cumplir la ley que regula propaganda electoral.
Los tiempos frenéticos de un año electoral, asume una dinámica que muchos aprovechan para incumplir con las normas establecidas.
La justicia electoral provincial, al mismo tiempo que las legislaciones locales, ordenanzas en el caso de los municipios y resoluciones en cada comuna, establecen plazos, formas, espacios y varios, etc. sobre como se deben realizar las campañas y su publicidad en la vía pública.
En Santa María abundan los ejemplos sobre el abuso, sumado a un total desapego de quienes se proponen como conducción en cada localidad a no querer respetar reglas simples de convivencia democrática.
Mucho antes de comenzar el calendario para las elecciones del 2023 se pudo ver en diferentes rincones de Paravachasca, las conocidas mesas de promoción que había armado Martín Llaryora, candidato oficialista a la gobernación, donde comenzaban a fines del año pasado, colgando pasacalles en varios puntos de referencia tratando posicionar al actual intendente de Córdoba.
Claro que a nivel local, más de entre casa, abundan los ejemplos, desde un Flavio Cobo, que se plantó como candidato, en Villa Los Aromos con pasacalles con su nombre desde agosto del 2022, algo que la ley no permite, otorgando solo 30 días previos a la fecha de los comicios, siendo que en esta localidad son el próximo 23 de julio. Pero la avanzada del candidato que cruzó límites hasta de buen ciudadano, utilizando la estructura de las señaléticas de los carteles viales para montar su propaganda. Sobre la Ruta S-523 se puede ver como su propaganda casi tapa los carteles de vialidad provincial, en el ingreso del puente 9 de julio.
Otro claro ejemplo es el mencionado hace algunos días por Mi Valle, es la publicidad engañosa que lleva adelante Abel Cistaro, quien utiliza los sellos provinciales y trata de pegarse a la figura del Llaryora y el candidato a legislador provincial, el Ministro de Empleo y Formación Profesional, Facundo Torres, siendo que en este caso no cuenta con el apoyo del panal y tendrá que ir bajo un sello vecinalista.
Algo similar se vive en Anisacate hace meses con la interna de Juntos, donde Natalia Contini, viene publicitando su espacio con pasacalles sobre la ruta 5 utilizando los mismos colores que su compañero de espacio, pero no de lista, Sebastián Caminos, tratando de imponer a la fuerza sus preferencias. Pero esta disputa dejó a los dos sin sello y demostrando en el caso de Contini que los plazos electorales tampoco fueron parte de su agenda.
También el caso de Liliana Flores en La Bolsa, que debió retirar pasacalles tras una intimación de la comuna por incumplimiento a las leyes locales, algo por demás curioso cuando justamente ella integra el Tribunal de Cuentas así que conoce ampliamente las reglamentaciones.
La pregunta que surge es bastante simple, ¿Cómo podrán algunos candidatos hacer respetar la ley, si a ellos les cuesta tanto en cosas tan simples?.
Quizás la ética y las normas están pasadas de moda, muchos se entregaron a la política del marketing y se olvidaron que sus pretenciones están pegadas al sentido de sociedades democráticas y sus regulaciones.
