La candidata Jeannette Jara llamó a su rival, José Antonio Kast, para felicitarlo por su victoria en la segunda vuelta.
“La democracia habló fuerte y claro. Me acabo de comunicar con el presidente electo José Antonio Kast para desearle éxito por el bien de Chile”, expresó la aspirante de centroizquierda en un mensaje publicado en X.
El gesto marcó el inicio de una nueva etapa política en Chile, con dos proyectos que representaron visiones claramente diferenciadas durante el proceso electoral.
🔴 Jeannette Jara, de 51 años, es abogada y administradora pública, militante del Partido Comunista de Chile y candidata de la coalición Unidad por Chile, integrada por el Partido Socialista, Frente Amplio, Partido Comunista, Partido Demócrata Cristiano, Partido Liberal, Partido por la Democracia, Partido Radical e independientes.
Fue subsecretaria de Previsión Social durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet y ministra del Trabajo y Previsión Social en la gestión de Gabriel Boric, donde impulsó la reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas.
Su plataforma electoral se organiza en cuatro ejes: bases económicas con crecimiento inclusivo, seguridad y justicia, un Estado que cumpla con las personas y convivencia democrática. El programa reúne 365 medidas, entre las que se destacan un Ingreso Vital de $750.000, una rebaja del 20% en la cuenta de luz, el plan “Hipotecazo Pie 0” para el acceso a la primera vivienda, devolución del IVA a los medicamentos y un Plan Oncológico Nacional.
En seguridad propuso el plan “100 Días, 100 Barrios”, con recuperación territorial y decomiso de armas, además de iniciativas específicas para mujeres y emprendedores. En materia migratoria, planteó expulsiones como pena sustitutiva solo en casos de narcotráfico y un empadronamiento biométrico nacional temporal.
🔵 José Antonio Kast, de 59 años, es abogado y líder del Partido Republicano. Fue concejal y diputado, y esta fue su tercera candidatura presidencial, tras competir en 2017 y 2021.
Su programa, titulado “Un Gobierno de Emergencia para Implementar un Cambio Radical”, colocó la seguridad como prioridad central. Propuso un Plan de Recuperación Territorial, mayor respaldo jurídico y político a las Fuerzas Armadas, expulsión inmediata de extranjeros que cometan delitos y una política de cierre fronterizo frente a la inmigración ilegal.
En el plano económico, planteó un fuerte ajuste del gasto público, reducción de ministerios, reorganización de programas sociales mediante transferencias directas focalizadas e incentivos al empleo formal. En salud, propuso un sistema mixto con énfasis en la libertad de elección y, en educación, reforzar el rol de las familias.
Con el resultado definido y señales de institucionalidad democrática, Chile inicia una nueva etapa política que marcará el rumbo del país en los próximos años.