El Pesebre Viviente volvió a emocionar a Potrero de Garay y reafirmó una tradición que une a toda la comunidad

Como ocurre desde hace más de una década, el Pesebre Viviente volvió a desplegar su magia en Potrero de Garay, convocando a vecinos, familias, niños que participaron de una de las celebraciones más emotivas y esperadas de la Navidad local.

La representación, organizada por la Capilla Jesús Niño, recreó con profundo respeto y sensibilidad el camino de José y María, el anuncio del ángel Gabriel, la visita a Isabel y la llegada de los Reyes Magos. La puesta en escena se desarrolló a partir de las 21 horas y contó con la participación activa de vecinos y vecinas, jóvenes en diálogo, alumnos de catequesis y los más pequeños, quienes se convirtieron en protagonistas de esta experiencia comunitaria.

Uno de los momentos más conmovedores de la noche fue el acompañamiento del público con velas encendidas, iluminando el recorrido y generando un clima de recogimiento, emoción y encuentro. Burritos, caballos y una cuidada escenografía aportaron realismo y calidez a una celebración que año tras año renueva su significado.

El Gobierno de Potrero de Garay acompañó, como lo hace tradicionalmente, colaborando con la provisión de sillas y con obsequios y sorpresas destinadas a los más chiquitos que participaron y disfrutaron del cierre junto a los Reyes Magos.

El Pesebre Viviente de Potrero de Garay no solo es una representación religiosa, sino una expresión viva de la identidad local, del trabajo colectivo y del compromiso de una comunidad que mantiene vivas sus tradiciones, transmitiéndolas de generación en generación.

Desde el Gobierno local destacamos y agradecemos el enorme esfuerzo organizativo, especialmente el compromiso de todas las personas que, con dedicación y amor, hacen posible que esta celebración siga marcando el corazón de Potrero de Garay cada Navidad.

Una vez más, el Pesebre Viviente dejó postales imborrables, reafirmando que cuando una comunidad camina unida, la tradición se transforma en memoria viva y esperanza compartida.