Gonzalo Luna fue testigo de la tragedia de la Autovía Ruta 5. Aseguró que Agustín Muscarello iba a altísima velocidad y lamentó la muerte de Francisco Ledesma.
Gonzalo Luna arrancó el primer viaje del día en la Terminal de Ómnibus de Córdoba rumbo a Alta Gracia. Minutos antes de las 7 llegó a una parada de Santa Ana para cargar a estudiantes que van a la escuela en la ciudad del Tajamar. De un momento a otro apareció una Fiat Iveco que chocó y mató a Francisco Ledesma (18) en el acto.
“Fue una tragedia”, fue lo primero que dijo a ElDoce.tv aún conmocionado por el accidente del que fue testigo. “En ese horario casi siempre van chicos al colegio, paré en la garita y estaba cargando gente”, comenzó su relato y siguió: “Siento una explosión y cuando miro era la camioneta”.
Luna aseguró que Agustín Muscarello (22) “arrancó la puerta y le pegó al chico que estaba subiendo”. “Él se bajó gritando y llorando diciendo ‘¿qué hice? ¿qué hice?’ y yo le preguntaba lo mismo, era tremendo”, expresó.
Según contó, el detenido oriundo de Córdoba Capital le dijo que la Fiat Iveco “se le fue”. “Él le pegó a la puerta y siguió un poco más adelante, al niño lo hizo volar y después lo pisó, lo mató al instante por la velocidad en la que venía”, afirmó.
Velocidad
La principal hipótesis de la fiscalía del 1° turno de Alta Gracia es que excedió la velocidad. Surge de los primeros testimonios que tomaron tras la tragedia. “Por la forma en la que quedó todo venía muy fuerte”, comentó el chofer del colectivo Sierras de Calamuchita.
A su vez, confirmó que el hermano de Ledesma, que también estaba yendo a la escuela, ya había subido al bus y se salvó de milagro pero vio todo. “Empezó a llorar y a gritar desesperado”, contó con dolor y señaló que el papá de la víctima estaba del otro lado de la Autovía Ruta 5 y también presenció el horror.
El papá de otra pasajera que estaba esperando para subir alcanzó a ver que la camioneta se les venía encima y le dijo a Luna que agarró a su hija de la mochila y la tiró hacia atrás para salvarla. “Podría haber sido mucho peor porque había muchos niños a esa hora”, remarcó.
Por último, el chofer reiteró que la velocidad en la que conducía Muscarello era “impresionante” y destacó: “En 20 años nunca me pasó algo así, el colectivo estaba orillado y con guiño, se ve de lejos y no está cerca de la subida”.
Fuente: El Doce