Se trata de Eduardo Serrano. Cobra más de 300 mil por mes e ingresó por la lista sábana de HxC. “Vamos por más correligionarios”, dice en uno de los audios que difundió antes de reunirse con la senadora del PRO. Después del escándalo se mudó a Río Segundo, pero intenta armar en Santa María.
Queda demostrado que el legislador de Hacemos por Córdoba Eduardo Serrano es de esos funcionarios que piensa que el tiempo lo olvida todo. De lo contrario sería imposible pensar que a solo meses de un proyecto que generó escándalo nacional y que puso sobre el tapete la función del legislativo provincial una vez más, se atreva a ser protagonista, y nada más y nada menos que para armar políticamente de cara al 2023…pero con la oposición.
Serrano ya no vive en Lozada, y desde hace un tiempo se instaló en Río Segundo; desde donde hace visitas esporádicas a la localidad del departamento Santa María. Todos los miércoles se sienta en la banca del legislativo provincial por más de 300 mil pesos al mes en representación de Hacemos por Córdoba; es decir, de Juan Schiaretti (Serrano ingresó por la lista sábana de Hacemos por Córdoba) pero se reúne y arma candidaturas con el PRO. En las últimas horas se lo pudo ver con el presidente del PRO del departamento, Ignacio Sala, referentes de Malagueño, Alta Gracia y otras localidades además de la mismísima senadora Laura Rodriguez Machado posando para la foto.
Antes de esa reunión, se ganó el repudio generalizado no solo por sus acciones contrapuestas desde lo ético, sino también porque difundió audiuos donde dice que Rafael García, por ejemplo “es un pueblo fantasma”, y luego pretendía que el radicalismo de la zona participara de la reunión con el PRO, entre otras cosas. La realidad indica que hoy por hoy están muy distanciados, a pesar de compartir espacio “por este armado que pretende hacer Sala acá. No vamos a seguirla en esta, y mucho menos sabiendo que lo hace por sus aspiuraciones para legislador”, dijo a Mi Valle uno de los referentes.
No tolera un registro
Antes de ser legislador, Serrano se desempeñó como concejal de la ciudad de Córdoba entre 2011 y 2015, en representación a Unión por Córdoba. En ese contexto había sido criticado con dureza, en octubre de 2014, cuando trató de “mogólico” a Marcelo Cossar, el viceintendente de ese momento, por no cederle la palabra en una sesión. Serrano, en ese entonces, fue cuestionado por la opinión pública.
En esa oportunidad, el departamento de Legales del Concejo Deliberante y el padre de un niño con Síndrome de Down cuestionaron el accionar del legislador y procedieron a realizar una denuncia ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi).
También, y como si esto fuera poco, fue nombrado como responsable del alambrado del río en Cosme. Vecinos de la zona identificaron a “su gente” como los autores de los alambres que pusieron en terrenos que son de su propiedad y que impiden acceder al curso de agua. ¿Será por esto que ase califica como “emprendedor rural”?
El proyecto del escándalo
En noviembre del año pasado, y en paralelo al importante aumento impositivo que el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, envió a la Legislatura para el 2022, el legislador presentó un proyecto para homenajear al creador del dibujo animado La Pantera Rosa, David DePatie. Dentro del listado de temas de la 35º sesión ordinaria del cuerpo legislativo llamó la atención el proyecto de declaración, iniciado por Serrano, que propuso: “Reconociendo a David DePatie, productor y cocreador de la serie animada La Pantera Rosa, tras su fallecimiento el pasado 23 de septiembre a los 91 años de edad”.