Denuncia pública por presunta mala praxis en el Hospital de Alta Gracia: la familia de Rocío Rocha reclama justicia

Este martes, familiares y allegados de Rocío Rocha —una joven de 26 años que falleció el 25 de septiembre— se presentaron en el Hospital Arturo Illia de Alta Gracia para visibilizar lo que consideran “una grave cadena de negligencias médicas que habría derivado en su muerte”. Su hermana, Natali, brindó un detallado testimonio sobre los meses de internaciones, demoras y contradicciones que atravesó la joven antes de fallecer.

Según relató, Rocío realizó una primera consulta en julio por fuertes dolores abdominales, donde se le diagnosticó un problema en la vesícula. En agosto estuvo internada con tratamiento con suero y dieta gástrica, y fue dada de alta con la indicación de regresar para coordinar una cirugía. Pese a ello, la joven continuó con dolores severos y, en septiembre, volvió a ingresar al hospital con un cuadro de pancreatitis.

Durante su internación, su familia denunció “reiteradas dificultades para obtener respuestas médicas y la atención necesaria”. Natali explicó que debió insistir para que cirujanos la revisaran debido al intenso dolor y los vómitos que presentaba su hermana. La paciente fue trasladada a terapia intensiva, donde permaneció dos semanas antes de regresar a sala común, a la espera de un estudio, necesario para determinar la posición de un cálculo que complicaba su cuadro.

La familia debió costear un estudio particular por un valor de 140.000 pesos ante la imposibilidad de obtener un turno en el sistema público. Tras dicho estudio, Rocío fue derivada al Hospital San Roque, donde le realizaron un estudio, y se programó para el martes siguiente la cirugía para extraer la vesícula.

Natali denuncia que, pese a que los cirujanos del Hospital de Alta Gracia aseguraron que la joven estaba en condiciones de operarse, el cuadro real habría indicado lo contrario. El 23 de septiembre, Rocío ingresó a quirófano a primera hora. La intervención, que duró aproximadamente dos horas, fue informada a los familiares como “exitosa”. Sin embargo, minutos después, personal médico notificó que la paciente no respiraba y había sufrido complicaciones severas, siendo trasladada nuevamente a terapia intensiva.

Durante los días siguientes, la evolución fue desfavorable. El 24 de septiembre la familia recibió un parte médico que advertía “riesgo de vida y nos permitieron ingresar a despedirnos”. Rocío falleció el 25 de septiembre. Días más tarde, la autopsia confirmó que la causa de muerte fue pancreatitis aguda, un cuadro que —según la familia— los propios cirujanos habían sostenido que “no se encontraba activo y que no impedía la cirugía”.

Natali denunció, además, “malos tratos, demoras injustificadas en la atención y lo que consideró maniobras irregulares dentro del sistema hospitalario”, expresó. También afirmó que “la derivación a Córdoba fue negada en un momento crítico, pese a la gravedad del cuadro”.

La familia confirmó que iniciará acciones judiciales para que se investigue lo ocurrido y se determinen responsabilidades. “No queremos que le pase a otra persona”, señaló la hermana de Rocío, acompañada por familiares y amigos frente al hospital.

Respuesta del Hospital

Autoridades del Hospital Arturo Illia informaron que el caso “está en manos de la Justicia” y que la institución “ha entregado toda la documentación solicitada para que se actúe según corresponda”.

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