Marcos Torres mostró gestos de madurez política y comienza a construir su proyección provincial.
En el medio de una campaña política de gran tensión hacia el ballotage, la política local tuvo un cimbronazo, cuando Marcos Torres, el intendente de Alta Gracia, salió a respaldar fuertemente la candidatura de Sergio Massa.
Este gesto, que fue reconocido por el candidato de Unión por la Patria, encontró resonancia en parte de la dirigencia política local, que entienden la pertenencia a un espacio político como la pérdida de su independencia de pensamiento.
Cuando Torres se despachó con su frase, “hoy la mejor opción es Sergio Massa”, aclarando que su definición fue a título personal, mostró un claro ejemplo de liderazgo y madurez política.
El recientemente reelegido intendente, con un contundente 55% de los votos, empezó a recorrer su propio camino en la política provincial. Sabiendo que será actor de la renovación dirigencial que trae el gobierno de Martín Llaryora, dejó de pedir permiso, descolocando a la vieja guardia, criada bajo los fuertes liderazgo de Juan Schiaretti y José Manuel de la Sota.
Cuando hace días en un encuentro de la dirigencia peronista en la localidad de Despeñaderos, Facundo Torres ensayó una suerte de reclamo solapado para Marcos, sosteniendo que “debían esperar las pronunciaciones personales y amoldarse a la decisión partidaria”, varios presentes describieron la risa de Marcos, como aquel que sabe del éxito de su jugada, llegando a su objetivo.
En la misma sintonía, el “ex suegro” de Facundo, Hugo Testa, volvió a pedir “prudencia” en las definiciones personales, tratando de mostrar un tándem con el legislador electo.
Lo cierto es que Marcos ya no pide permiso para tomar lo que le pertenece, es intendente de la ciudad que más creció en el interior provincial, contra los pronósticos mostró una gestión sólida que fue respaldada fuertemente en la última elección y contario a su hermano, se los sostiene como un dirigente de fuerte proyección provincial.
Las fichas se reacomodan para un panorama político que muestra volatilidad, donde se ve dirigentes con futuro por delante y otros que…pareciera… malgastaron su oportunidad.