Supernova se le dice a las estrellas que, luego de vivir millones de años, disminuyen los elementos químicos que promueven su combustión (hidrógeno y helio, principalmente) hasta agotarlos y desaparecer.
Analogía aplicable a varios políticos en general –sobre todo del ámbito nacional-, pero también se puede relacionar particularmente a uno local. En ese paralelismo podemos ubicar a quien tuviera un vertiginoso crecimiento político en los últimos años, que a pesar de querer disimularlo con presentaciones hollywoodenses y discursos proactivos, viene con serias muestras de disminución de su fulgor.
Este, por su joven inicio como político de la ciudad y su abrupto ascenso a las primeras líneas provinciales, no hacía más que ilusionar a propios y admirar a extraños.
En ese estandarte, carreteó los dos primeros años de la última admistracion oficialista de Córdoba, pero la elección a intendente en Marco Juárez, hicieron abortar su incipiente despegue.
Sin querer admitirlo, esa adversa elección para el partido oficial, el entonces encargado de la cartera política terminó eyectado de su cargo, haciéndolo retroceder varios casilleros en la grilla de la política provincial.
La oportunidad de revalidar títulos y mostrar liderazgo regional la tuvo como candidato a legislador. En esa contienda el insigne dirigente prometía un aluvión de votos para el candidato a gobernador de su sector partidario y también para su propia postulación, pero terminó obteniendo casi un empate técnico frente a su contendiente.
Se sabe que en estos días el armado provincial de la gestión a asumir encabezada por Llaryora ya tiene perfilados los hombres y mujeres que ocuparán los principales ministerios y cargos que conducirán la legislatura en la provincia. En todo ese arco de poder de la administración a gobernar el próximo periodo, la estrella altagraciense no estaría brillando.
En la política como en el universo, a toda estrella le llega su supernova, lo único que queda por saber es si el efecto del universo también se producirá en el departamento Santa María.