La Bolsa encabeza el ranking con 2500 por auto, le siguen Anisacate y La Serranita con 2000, y luego Los Aromos con 1500 por auto. Las distintas localidades han desplegado su operativo verano que llevan adelante junto a la Policía y a Defensa Civil.
Como cada verano, el Valle de Paravachasca es uno de los sitios elegidos por los turistas para descansar conjugando flora, fauna, historia y cultura. Todo esto se mezcla, además con las bondades del río Anisacate que recorre todo el Valle.
Justamente el curso de agua es uno de los paisajes más solicitados en temporada, y por eso cada localidad ya desplegó su operativo verano que llevan adelante junto a la Policía y a Defensa Civil.
Sumado a los baños químicos, el control vehicular, distribución de bolsas para los desperdicios y guardavidas (en algunos de los balnearios) cada comuna o municipio ha fijado un monto que se cobra por el derecho a estacionar en las calles adyacentes a las bajadas al río, tema que año a año genera debate entre los turistas y vecinos.
Este año, el ranking lo encabeza Villa La Bolsa con una tarifa de 2500 pesos por auto y 2000 las motos. Este monto se abona en bajadas al río más concurridas: Pozo del Cura, San Luis, La Usina, Las Cascadas.
Anisacate, por su parte, cobra 2000 pesos al igual que La Serranita; aunque esta última localidad ofrece el servicio de guardavidas; cosa que Anisacate no. Los Aromos, en tanto, tiene una tarifa de 1500 pesos para los autos y 1000 para las motos en los seis balnearios, pero además hay una docena de bajadas al río más sin costo alguno para estacionar.
Yendo un poquito más arriba, estacionar a la vera del río es gratis. Ocurre en Potrero de Garay, localidad que tiene 3 ríos (La Suela, Del Medio y San Pedro) además del lago Los Molinos, al igual que en Villas Ciudad de América y San Clemente.
A pesar de que la incertidumbre económica del país ya pronosticaba posibles aumentos en estas tarifas, los valores casi no se han modificado (excepto en algunos lugares) respecto a veranos anteriores, y hay localidades, además, donde se experimentan nuevas dinámicas debido al cambio de gestión.
A pesar de las transiciones políticas, los operativos de verano continúan en marcha, generando expectativas en el corredor turístico. La llegada de visitantes es esperada con entusiasmo, impulsando la economía local y consolidando la región como un atractivo destino estival.
Si bien es fluctuante la demanda, hay un 75 % promedio de ocupación para cerrar diciembre en el Valle.