Un informe nacional alerta sobre el avance silencioso de las apuestas digitales entre menores: aumento de la exposición, confusión entre sitios legales e ilegales y malestar emocional vinculado al uso compulsivo.
Un nuevo estudio del Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina encendió las alarmas sobre una problemática que se expande con velocidad: las apuestas online entre adolescentes. La investigación —realizada a partir de 11.421 encuestas a jóvenes de entre 13 y 18 años de todo el país— muestra que la práctica se normalizó entre pares, se alimenta de la publicidad digital y se inicia a edades cada vez más tempranas.
Según los datos, 6 de cada 10 adolescentes están expuestos al juego online, ya sea por participación directa o porque amigos y vínculos cercanos apuestan. El fenómeno aparece fuertemente arraigado en los entornos digitales, donde la circulación de contenidos, promociones y plataformas —legales e ilegales— habilita un acceso simple y sin suficientes controles.
“El uso de billeteras digitales y la publicidad permanente son las principales puertas de ingreso al juego online, sin distinción entre plataformas legales e ilegales”, explicó José Scioli, director del Observatorio Humanitario. Añadió que el 75% de los jóvenes entrevistados pide controles más estrictos y mayor información sobre los riesgos.
La Cruz Roja Argentina, que trabaja con juventudes en programas de desarrollo integral y bienestar emocional, advirtió que docentes, familias y los propios adolescentes manifestaron su preocupación por el crecimiento del fenómeno durante el último año. En esa línea, la Coordinadora de Juventud, Luciana Marino, señaló que el organismo ya impulsa talleres de prevención, materiales educativos y espacios de reflexión para acompañar a las comunidades.
Principales hallazgos del informe
• Exposición alta y vínculos como motor de ingreso
El 57% de quienes juegan lo hacen por recomendación de pares. Además, 40% de los adolescentes que apuestan tiene adultos cercanos que también lo hacen, lo que refuerza la naturalización del hábito.
• Impacto en la salud mental
El 79% de quienes apuestan percibe riesgo de adicción, el 69% reporta ansiedad o malestar y casi la mitad reconoce efectos en el sueño y el rendimiento escolar. Un 12% indicó que llegó a endeudarse.
• Inicio temprano y brecha de género
La edad de inicio se sitúa entre los 13 y 14 años, con un aumento sostenido hacia los 17/18. Los varones apuestan tres veces más que las mujeres y con mayor frecuencia e intensidad.
• Publicidad y entornos digitales como disparadores
Entre el 71% y el 79% estuvo expuesto a contenidos de apuestas sin buscarlos, lo que muestra el peso del algoritmo y de las campañas destinadas a captar nuevos usuarios.
• Acceso sencillo y escasos controles
El 83% de quienes juegan utiliza billeteras virtuales y el 43% accedió a través de intermediarios. Además, entre 51% y 66% no logra distinguir sitios legales de ilegales, lo que evidencia una fuerte desinformación.
• Regulación percibida como insuficiente
El 80% considera que las medidas actuales no funcionan para evitar el acceso de menores. Hay una brecha clara entre la normativa y la realidad digital en la que se mueven los adolescentes.
• Alta demanda de acompañamiento
El 75% pide controles más estrictos, pero también más talleres, campañas educativas y recursos claros para comprender riesgos y saber dónde pedir ayuda.
Un fenómeno que interpela a familias, escuelas y plataformas
El estudio revela una problemática compleja, que combina acceso irrestricto, incentivos constantes y entornos digitales sin mediación adulta. Para Cruz Roja Argentina, la solución debe ser integral: prevención, regulación, información confiable y acompañamiento comunitario.
Mientras tanto, la edad de inicio sigue bajando, los hábitos de consumo se modifican y el juego online se vuelve parte de la sociabilidad digital de las juventudes. Un desafío urgente para encarar con políticas públicas, educación y redes de cuidado.