Carolina Basualdo, la jugada silenciosa en la lista de Schiaretti

La política cordobesa siempre guarda movimientos que, aunque parezcan discretos, son en realidad piezas clave dentro del tablero mayor. La inclusión de Carolina Basualdo en el segundo lugar de la lista de Provincias Unidas que encabeza Juan Schiaretti no es un detalle menor, ni un simple enroque para cumplir con la paridad de género. Es, en los hechos, un mimo explícito a Alejandra Vigo, y al mismo tiempo el reconocimiento a una dirigente que ha sabido trascender el límite de la foto obligada para construir una gestión propia, con vuelo propio.

Una intendenta que juega en las grandes ligas

Basualdo, intendenta de Despeñaderos y presidenta de la Comunidad Regional Santa María, viene trazando un camino singular:

  • Gestión de proximidad: programas de infancia, innovación tecnológica, inclusión y obras concretas que consolidaron su capital político en el llano.
  • Proyección internacional: su participación en el Urban 20 en Río de Janeiro, en el Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía y ahora en la Cumbre del C40 en Buenos Aires la posicionan como una referente que logra abrir puertas más allá de los límites de su localidad.
  • Construcción transversal: supo evitar el encasillamiento en la foto partidaria de compromiso y se movió con agenda propia, articulando con gobiernos, organismos internacionales, ONGs y empresas.

El gesto de Schiaretti y la lectura hacia adentro

Que Schiaretti la ubique segunda en la boleta tiene varias lecturas:

  • Marca la confianza de Vigo, con quien Basualdo mantiene cercanía política y sintonía en la agenda de género y niñez.
  • Refuerza el mensaje de que Provincias Unidas busca renovar rostros, especialmente femeninos, pero con experiencia real en gestión.
  • Alinea la estrategia del schiarettismo de mostrar “caras de futuro” en un espacio que aún depende del peso de los liderazgos históricos.

Más que una candidata testimonial

Basualdo no es la dirigente de la foto, ni la mujer que adorna una lista: es una gestora que se ha movido, que se ha despegado del molde. Lo hizo desde un municipio de escala media, con una mirada global, pero con los pies en el barro de la política local. Su ascenso en la lista es, a la vez, un premio y un desafío: consolidar su figura como parte de la nueva camada de dirigentes que el peronismo cordobés quiere mostrar como renovación real.

Movimientos contrareloj

A pocas horas del cierre de listas, el tablero político cordobés terminó de ordenar sus piezas. La Justicia Electoral confirmó que serán ocho las alianzas y diez los partidos en disputa, pero todo indica que la verdadera partida se polarizará entre dos polos: Provincias Unidas, el sello que impulsa el gobernador Martín Llaryora con Juan Schiaretti a la cabeza, y La Libertad Avanza, bajo la bendición presidencial de Javier Milei.

La lista, puro peronismo

Aunque Provincias Unidas fue presentada como una expresión pluralista, lo cierto es que sus primeros cinco lugares muestran un peronismo sin disimulos:

  1. Juan Schiaretti
  2. Carolina Basualdo
  3. Miguel Siciliano
  4. Laura Jure
  5. Ignacio García Aresca

Recién en posiciones más relegadas aparecen dirigentes radicales o de otros espacios del cordobesismo. La prioridad, por ahora, fue blindar al PJ con figuras de gestión y confianza.

El regreso de Schiaretti al centro de la escena, con Llaryora como arquitecto de la boleta, marca un equilibrio delicado dentro del peronismo cordobés. A la par, la incertidumbre libertaria con nombres como Gabriel Bornoroni todavía por confirmar, deja a Provincias Unidas con ventaja en organización y despliegue.

En este contexto, la apuesta es clara: Schiaretti jugará en la Capital y los medios nacionales, mientras Basualdo y Siciliano recorrerán el interior con la fuerza territorial de Llaryora.