Cabañeros y prestadores turísticos de la región manifestaron su preocupación ante una nueva modalidad de estafa que se ha vuelto recurrente en los últimos días. A través de grupos internos de comunicación, los propietarios comenzaron a reportar múltiples intentos de engaño que siguen el mismo patrón y que ya generaron un fuerte malestar en el sector.
Según contaron, los estafadores se comunican por WhatsApp desde números con característica de la provincia de Mendoza. El modus operandi consiste en enviar comprobantes falsos de supuestas transferencias bancarias —generalmente del Banco Macro o del Banco Hipotecario— para “reservar” un alojamiento. Los recibos presentan datos apócrifos y, en muchos casos, errores visibles.
Tras enviar el comprobante trucho, los delincuentes vuelven a comunicarse de inmediato diciendo que desean cancelar la reserva. Bajo esa excusa, exigen la devolución del dinero que supuestamente habían transferido, intentando que el prestador devuelva una suma que nunca ingresó.
Los cabañeros advierten que este tipo de estafa apunta especialmente a alojamientos pequeños, donde el manejo de reservas puede ser más directo y personal. En los testimonios compartidos, remarcan que uno de los errores frecuentes es no revisar el concepto del supuesto depósito, que en algunos casos figura como “préstamo” y no como una transferencia tradicional.
Ante la reiteración de estos hechos, los prestadores optaron por alertar a sus colegas, compartir capturas de pantalla de los números involucrados y reportar los contactos a la plataforma correspondiente. Además, recomiendan extremar precauciones y confirmar siempre la acreditación real del dinero antes de dar por válida una reserva.
Como medida preventiva, muchos alojamientos recordaron una regla básica: “Hasta que la transferencia no ingrese, no se reserva”. Una forma simple, pero efectiva, de evitar caer en este tipo de engaños.