Le dieron un culatazo y lo golpearon con una barreta. Lo maniataron y “dejaron la casa como zona de guerra. Me pedían dólares”, contó a Mi Valle el hombre que vivió una verdadera pesadilla.
El hecho delictivo ocurrió alrededor de las 20 de este martes en José de la Quintana. Cuatro delincuentes armados (entre 18 y 30 años) interceptaron a un docente de la localidad cuando entraba a su casa, “me pegaron un culatazo, no me dieron tiempo a absolutamente nada, yo estaba con la mochila en el hombro y con la otra mano tratando de abrir la puerta. Después me golpearon con una barreta en la rodilla para terminar entrando a mi casa con mi llave“, comenzó contando a Mi Valle este hombre que califica lo vivido como una verdadera pesadilla. Dice que recién cuando sintió los golpes tomó conciencia de lo que estaba sucediendo “porque vivo en una zona tranquila pegada a la montaña, con bosque nativo…”, reflexiona aún conmocionado.
Luego de entrar apuntandolo todo el tiempo a la cabeza, los malvivientes lo maniataron y comenzaron a pedirle dólares. “Se ve que alguien les había pasado ese dato. Dejaron la casa como zona de guerra y yo les repetía que no tenía plata, que soy docente”, explicó.
Lo cierto es que al no encontrar lo que buscaban se llevaron lo que pudieron. Dejaron atado y encerrado al docente y se fueron con el auto (UN CHEVROLET ASTRA GRIS PLATA CON ALERÓN PATENTE FZU836), un TV LG de 42″, un reloj Casio deportivo, 2 camperas, celular, un traje, zapatillas, 2 mochilas de montaña, pantalones de gimnasia entre varios elementos más “que voy descubriendo a medida que acomodo. Estoy shockeado todavía. Cuando exigían dólares y revolvían todo, pensé lo peor…sinceramente. No se si se equivocaron de casa, o si iban a entrar y justo llegué yo o cómo habrá sido el tema, pero esto sembró el miedo en toda la zona, una zona tranquila que al parecer ya no lo es más. He recibido el apoyo de la comunidad”, explicó.
Cuando la víctima notó que se habían ido, logró desatarse y salió de la casa por un balcón. “Así pude llegar de un vecino y pedir ayuda. Fuimos hasta la casa de otro vecino que tiene auto y llegamos a la sub Comisaría de Anisacate donde radiqué la denuncia. Siento mucha impotencia, bronca , mezcla de emociones…angustia por toda esta situación del país que cada se exacerba más y aumentan los hechos delictivos con esta situación socioecónómica y cultural que estamos viviendo. La verdad, muy amargado, esa es la verdad. Y además me cortaron las piernas…porque el auto es imprescindible patra ir de un trabajo a otro”, concluyó la víctima.
Un dato no menor es que hace muchos años que no ocurre un hecho similar en esa zona; cuestión que aumenta aún más las incógnitas en base a lo sucedido. La Justicia investiga. Aún no hay datos sobre los delincuentes.