El ex ministro adquirió aviones que necesitaban repuestos ingleses para funcionar. Las piezas nunca llegaron porque el Reino Unido no le vende armamento a la Argentina.
La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) emitió un informe lapidario sobre las compras realizadas por el Ministerio de Defensa durante la gestión de Oscar Aguad. Entre las adquisiciones se encuentran cinco aviones franceses que todavía no pudieron volar porque no cuentan con los repuestos necesarios.
Se trata de los Súper Étendard Modernisé, aeronaves que le costaron al estado argentino 14 millones de euros y pertenecían a la marina francesa. Antes de efectuar la compra la Armada argentina advirtió que era necesario asegurarse la provisión de repuestos antes de cerrar el trato.
No se trataba de un asunto menor: las piezas se fabrican en Inglaterra, que no le vende armamento militar a la Argentina desde la Guerra de Malvinas. A pesar de la advertencia, el Gobierno completó la operación y los aviones siguen sin poder volar en 2022.
“Los documentos señalaban que, en las condiciones en que se ofrecían las aeronaves, no se encontraban en condiciones de volar requiriendo la ejecución de una serie de trabajos para su puesta en funcionamiento”, se explica en el informe de la SIGEN que ya fue remitido a la Oficina Anticorrupción en el caso en que sea necesario comenzar acciones legales. El organismo no relevó todas las compras internacionales del Ministerio sino que eligió tres casos.
El gobierno de Mauricio Macri también adquirió cuatro buques patrulleros oceánicos multipropósito que aún no había terminado de pagar cuando se confeccionó el informe. Esos barcos le costarán al país casi 320 millones, de Euros, de los cuáles ya fueron abonados 306 millones. Si bien el informe del organismo que conduce Carlos Montero no aclara si están o no en funcionamiento, queda claro que los análisis realizados por el Ministerio de Defensa fueron insuficientes.
“Se ha verificado que los expedientes no contaban con toda la documentación requerida que fundamente una adecuada toma de decisiones. En ese sentido, se ha observado la falta de la solicitud de desembolso, la falta de comprobantes de pago y la falta de documentación que acredite la efectiva entrega de los OPV en condición ‘Listo para Operar'”, explican los técnicos de la SIGEN.
El tercer análisis corresponde a la compra de software y hardware al estado israelí. Allí el organismo de control resalta que la adquisición por más de 5,2 millones de dólares se realizó sin que existan “políticas de Ciberdefensa definidas en el Ministerio de Defensa, ni tampoco otra normativa extra jurisdicción que ameritara una revisión, sobre la base de las mismas”.
La SIGEN puso la lupa sobre un punto clave: las licencias de los productos no fueron transferidas al Ministerio de Defensa, sino que quedaron “nominadas a favor de la empresa proveedora”. Pero además el informe consigna que el conjunto de productos podría haberse comprado en el mercado local.
Fuente: LPO