Se encuentran en observación en la Guardia del Hospital Illia.
Un bebé de 8 meses, un niño de 4, una niña de 11 y una mujer de 28 años se encuentran en observación en la Guardia del Hospital Illia, luego de sufrir intoxicación con monóxido de carbono.
Viven en Alta Gracia y Anisacate; y se intoxicaron con diferentes artefactos para calefaccionarse. El bebé y el niño menor son de barrio La Perla y la causa fue el uso de un bracero dentro de la vivienda, del mismo modo que la niña, quien vive en La Marianita. La mujer, en tanto, habría sufrido los efectos de un calefactor.
Todos llegaron al nosocomio este domingo con síntomas similares.
Síntomas de este tipo de intoxicaciones
Los síntomas de una intoxicación por monóxido de carbono incluyen dolor de cabeza, molestias en los ojos, mareos, debilidad, náuseas, palpitaciones, vómitos, dolor en el pecho y confusión.
Una exposición ligera o moderada causa fatiga, náuseas, vómitos, irritabilidad, vértigos, desorientación, incoordinación, vértigos, taquicardia e hiperventilación.
En tanto, debe tenerse en cuenta que, una exposición severa puede causar somnolencia, convulsiones, depresión respiratoria, alteraciones cardiacas y coma.
Cabe recordar que el monóxido de carbono es un gas inodoro e incoloro que genera la mala combustión del gas, kerosene o leña. Si se inhala en altas concentraciones, puede causar desmayos e inclusive la muerte.
Para evitar este tipo de accidentes, es fundamental conocer los cuidados que se deben seguir al poner en marcha artefactos que requieren de estos combustibles.
En el caso de calefactores y estufas, se recomienda que antes del primer uso de la temporada un gasista matriculado revise la instalación y controlar su buen funcionamiento.
También es necesaria la inspección de calderas y calefones; que la válvula esté en condiciones y la combustión sea correcta.
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La llama de todos estos artefactos debe ser azul. Los mencionados equipos deben estar lejos de materiales inflamables. Si hay niños o niñas en el hogar, es importante estar alerta a que no se acerquen a los mismos.
También se aconseja que, previo a utilizarlos, se revisen los conductos de evacuación de gases de hogares a leña, chimeneas y salamandras.
Asimismo, es fundamental que haya una ventilación continua en el ambiente, acorde al número de personas que se encuentran, al tamaño del lugar y las actividades.
Se recomienda generar una ventilación cruzada, abriendo en parte puertas y ventanas en lados opuestos.
En ambientes cerrados, no deben utilizarse braseros, parrillas, garrafas de camping, calentadores a kerosene o equipos que generan combustión de manera directa. Tampoco es recomendado el uso de hornos u hornallas de la cocina para calefaccionar.
Al respecto, Nilda Gait, jefa del Departamento de Salud Ambiental del Hospital de Niños, destacó: “Es recomendable no utilizar braseros para calefaccionar, pero en el caso de tener que usarlo, sólo hacerlo para calentar el lugar y después retirarlo, porque una sola brasa puede producir una intoxicación grave”.