Un aula fue clausurada. Hay distintas grietas y el gas natural no puede ser utilizado. “Esto complica la disposición del alumnado”, dijo el director del establecimiento.
Hay preocupación de la comunidad educativa del colegio Ipem 346 por el hundimiento del piso en algunos sectores del establecimiento y distintas rajaduras en la pared. “El año pasado, aproximadamente en agosto, comenzamos a sentir olor a gas en distintos sectores, por ejemplo en la cocina donde funciona el Paicor. Pedimos inspección a la municipalidad y llegamos a la conclusión de que la cañería se había roto y que aparentemente había cedido un poco el edificio. No era tan notorio en ese momento pero comenzamos a ver grietas nuevas y vimos que eso había producido la rotura del caño del gas”, explicó sobre los inicios de esta problemática, Andrea Rivero, vice directora del establecimiento.
Y continuó: “Paralelo a eso, comenzamos a tener problemas de agua porque en la misma zona donde está la cañería estuvimos sin agua y sin gas todo el final del año pasado. Todo eso iba siendo monitoreado por la municipalidad y viendo que solución se le daba, pero se fue complicando hasta el punto tal que el tema del gas tuvo que anularse. Cuando llegó diciembre hubo una lluvia muy grande y cuando volvimos a la escuela vimos que estaba hundida la escalera de afuera, se notaban desplazadas las paredes, aumento de algunas grietas , dificultad para abrir algunas aberturas. Eso fue en diciembre, llamamos al arquitecto de la municipalidad y nos aseguró que estructuralmente no iba a pasar nada. Diciembre cerró de esa manera, con reclamos pero así. Cuando arrancamos este año notamos que algunas grietas estaban más grandes y que había nuevas, sobre todo en las aulas cercanas a esa escalera. Pedimos nuevo relevamiento y volvieron a decirnos que no había problema estructural. Comenzaron las clases y una de las profe nos dijo que tenía la sensación que cuando daba clases y caminaba, el piso se hundía. Efectivamente, corrimos los bancos y las sillas y comenzamos a notar que había un hundimiento. Arrancamos este año con cañería nueva por fuera hecha por el municipio pero el tema gas sigue igual, no lo van a habilitar porque la cañería está rota”, finalizó.
Lo cierto es que toda esta situación, no solo preocupa sino que complica la distribución del alumnado en el edificio ya que una de las aulas está anulada. Además, autoridades escolares desconocen el origen de esta situación; ese es otro tema que los tiene preocupados y con la urgencia de saber para poder trabajar en consecuencia.




