El municipio de Anisacate pisó fuera de la línea con lomadas instaladas en una ruta provincial

En la emblemática ruta provincial que conecta Anisacate con Dique Chico, un “retoque” inesperado ha despertado voces y ceños fruncidos: la aparición de lomadas instaladas sin respetar las reglas del juego vial. Esta movida, que debería estar en manos del Consorcio Caminero —el guardián oficial de este camino—, generó desconcierto y preocupación entre vecinos y conductores.

Porque, aunque parezca una obra menor, en realidad se trata de una cuestión de fondo: el municipio de Anisacate decidió poner manos a la obra por su cuenta, instalando reductores de velocidad sin la bendición ni el permiso de la Dirección Provincial de Vialidad, y sin ajustarse a la Ley Provincial de Tránsito N° 8560, que regula con precisión estas intervenciones para cuidar la seguridad de todos.

Este episodio vuelve a mostrar que es el estado debe apegarse a la ley y que la armonía entre las instituciones y el respeto por las normas no es solo una formalidad burocrática, sino una necesidad urgente para que las rutas sean seguras y los vecinos puedan transitar con tranquilidad.

Esta vía, es la Ruta Provincial S-524, también conocida como el camino a Dique Chico. Este camino consolidado tiene una extensión aproximada de 17 km y se inicia en la Ruta Provincial N.º 5, en las cercanías de Costa Azul, y finaliza en Dique Chico.