Solo falta una semana para ver quiénes son aliados de la provincia en el departamento Santa María.
En una jugada riesgosa, la provincia busca presionar con el almanaque a las comunas o municipios con menos de 10.000 habitantes, para ir, junto al llamado que estableció el gobernador Juan Schiaretti, para los comicios provinciales.
Lo cierto es que en estos días hay tensas negociaciones para que la mayoría de las 24 localidades del departamento Santa María, garanticen como fecha el 25 de junio, buscando que el candidato oficialista, Martín Llaryora, pueda beneficiarse del manejo que cada ejecutivo tiene de su localidad.
Hasta el momento, cuando restan pocos días porque el límite es el 3 de abril, solo confirmaron su llamado a la fecha provincial, Villas Ciudad de América, Villa La Bolsa, Falda del Carmen, Los Cedros, Despeñaderos y La Rancherita, faltan aún, todas las demás.
Quienes están cerca de sumarse a esta movida son Valle de Anisacate y Villa Los Aromos. En el caso de Jorge Merlo, siempre se mostró como un fuerte aliado del gobierno provincial.
En el caso de, Nelly Morales, al no llevar candidato a gobernador, decidió dejar el PRO para representar al MID (Movimiento de Integración y Desarrollo) que apoya a Javier Milei, pero hizo público que no acompañara a su candidato a gobernador, de esta manera buscaría traccionar votos a Martín Llaryora y favorecer al candidato Hacemos por Córdoba en el ámbito local.
El resto de las localidades, aproximadamente 16, hasta el momento se cree que separarían sus elecciones. Dentro de este conteo no se cuenta a la ciudad cabecera, Alta Gracia, ya que como tiene elecciones fijadas para septiembre, según su carta orgánica, no pone nada en juego el 25 de junio.
Las primeras en decir no al acompañamiento a la lista oficialista fueron Bower y Potrero de Garay, formalizando el llamado para el 4 de junio y el 28 de mayo respectivamente. En este caso se buscó instalar desde algunos dirigentes departamentales que esto se trataba de un “desconocimiento de la ley y el tribunal electoral las iba a rechazar” algo que no estaba basado en ningún fundamento jurídico, sino en la intención de “marcar la cancha” a los díscolos, pero no surtió mucho efecto, porque fue tirado por tierra inmediatamente por la asesoría legal de las localidades.
Son días de definiciones, llamados telefónicos y decenas de mesas de café. Mientras el reloj marca los límites de estas fechas que no solo ponen una cruz en el almanaque, sino también respaldos políticos regionales, las dudas se acentúan para determinar el por qué se estiró todo una semana más.
Lo cierto es que el oficialismo cordobés decidió modificar la ley para darle un poquito más de aire a las definiciones de municipios y comunas, una jugada que muchos constitucionalistas calificaron como “mamarracho político”, pero que en definitiva, ya está en funcionamiento.